La guerra comenzó con el desembarco de Aegon en el año 2 a.C., cuando Aegon llegó a la costa de la Bahía del Aguasnegras junto a sus dos hermanas, sus tres dragones y unos 1.600 hombres.
La Casa Targaryen había controlado la isla-fortaleza de Rocadragón, la posesión más lejana del Feudo Franco de Valyria, durante un siglo tras la Maldición de Valyria. Durante los años posteriores a la Maldición, en el Siglo Sangriento, los Targaryen habían tratado de expandir sus dominios. Sin embargo, Aegon se encontraba dividido entre unificar Poniente o conquistar las Ciudades Libres, que habían estado en constante guerra entre ellas tras la caída de Valyria. Rechazó la petición de apoyo de la Antigua Volantis para ayudar a re unificar el Feudo Franco, y eligió la más ambiciosa tarea de conquistar y unificar Poniente bajo su mando.
Aegon, el Rey de la Tormenta Argilac el Arrogante, Braavos y Pentos decidieron aliarse en apoyo de las ciudades de Myr, Lys y Tyrosh para romper la hegemonía volantina. El propio Aegon contribuyó a la guerra volando a lomos de Balerion hasta Pentos, para reunirse con el príncipe y los magísteres de la ciudad. Desde allí voló a Lys, donde llegó a tiempo para incendiar una flota volantina que se disponía a invadir la ciudad.
En poniente, las casas se encontraban en un estado crítico luego de varios años de largo invierno. Lo cual provocó grandes necesidades para cada una de ellas, sobre todo para las casas del norte. Las cuales tuvieron las peores desgracias pese al invierno más feroz que azotó sus fortalezas y debilitó a su gente.
En los diferentes reinos tras el desgarrador invierno que se vivió, se tuvo una cooperación entre casas que sirvió para establecer un punto medio de reuniones para suplir las necesidades que tenían sus casas a bases de intercambios, trueques y demás acuerdos entre estas. Las reuniones se llevaron a cabo en la ciudad de Antigua. En donde el rey del faro prometió ser neutro en dichos acuerdos siendo una ciudad segura para que los Lords de diferentes casas pudieran tener cooperación.
Este dictaminó reglas básicas para la convivencia en la ciudad de Antigua. Como por ejemplo no llevar un número superior a 20 guardias en sus visitas y abstenerse de generar algún enfrentamiento dentro de las puertas de la ciudad. Para ello la ciudad es bien vigilada por soldados de la casa Hightower en todo momento.
Pese a dichas reuniones, antiguas casas vasallas se han proclamado como independientes. Estas co-existiendo con las demás de cada región. Las tensiones entre las familias se han aumentado y el desabastecimiento, la hambruna y el arrayador frio que abrumó poniente durante los últimos años es lo que evita un enfrentamiento directo entre estos.
La amenaza de conquista se acerca, se han oído desde hace meses como rumores el avistamiento de grandes criaturas aladas volando por los territorios de las tierras de la tormenta. En donde la casa Durrandon afirma haber visto dragones observando el perímetro, aterrorizando pueblos y comiendo ganado de diversos sitios.
Los Lords de las diferentes casas se enfrentan a una antigua familia extranjera que apuesta el todo por una conquista de sus territorios, con criaturas sacadas de cuentos de mitos y con un líder audaz que hará lo necesario.
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